Creatividad/ Procesos
Procesos creativos
¿cómo hacerlos más amables?
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¿Qué son los procesos creativos?
Hablemos de procesos creativos. Muchas veces confundimos el proceso mental de querer hacer algo con la acción de ponernos a hacer “eso” que queremos hacer. Una idea que se queda en la cabeza siempre es un lugar lleno de posibilidades. No puede salir ni bien ni mal. No puede ser juzgada. No requiere que nos enfrentemos con ningún miedo. Tampoco que seamos conscientes de los límites físicos de la realidad.
Por eso, cuesta tanto dar el paso. Porque hacer, significa romper el hechizo y elegir un camino a seguir, renunciando a otros muchos posibles. Últimamente, pienso mucho en cómo creemos que la narrativa que hacemos de nuestra vida, es la vida misma.
Entonces, comenzar y terminar algo creativo (no importa si es algo grande o pequeño) no es solamente una necesidad vital de contar o transformar las vivencias propias. También es dar forma a una idea y convertirla en realidad. Dejar de habitar el mundo de los pensamientos y bajar al mundo de la materia. Empezar y terminar un proceso solo porque me interesa, solo para practicar la creatividad.
Entonces, los procesos creativos se definen como las etapas o fases que existen desde que se tiene una idea hasta que esa idea se convierte en algo físico: escritura, una fotografía, un dibujo, un collage, etc…
Etapas del proceso creativo
Según Graham Wallas, el proceso creativo consta de varias etapas la primera: la lluvia de ideas, donde se permiten que las nuevas ideas puedan surgir de forma libre. Otra fase importante es la incubación, donde se permite que las ideas se desarrollen antes de seleccionar y verificar cuáles tienen potencial. En esta etapa del proceso creativo es donde se produce el pensamiento creativo y se supera cualquier bloqueo que pueda surgir. La etapa de iluminación es aquella en la que se produce la idea creativa, la solución novedosa o el insight que resuelve el problema planteado. En esta fase, es importante estar abiertas a nuevas perspectivas y posibilidades.
Finalmente, la etapa de verificación permite poner a prueba la idea creativa, evaluar su viabilidad y determinar si es factible llevarla a cabo.
En resumen, el proceso creativo, recoge las etapas de lluvia de ideas, incubación, iluminación y verificación.
bloqueos y dificultades
Durante dos meses, un grupo de mujeres generosas, inteligentes y sobre todo valientes, han habitado el taller de Diario Visual que creé, hace ya 5 años. Cuando comienza un nuevo curso, el contacto con los procesos de otras personas siempre me llena la cabeza de inspiración, pero este grupo ha sido especial.
Acompañarlas en el proceso de hacer fotografías y luego reunirlas en el formato de un diario visual, me dio la oportunidad de convivir con diferentes maneras de entender las características del proceso creativo . También recordé (una vez más) la importancia de buscar la honestidad en aquellas historias que nos contamos a nosotras mismas. En las acciones cotidianas de la vida hay muchos mensajes que están esperando a que los encontremos. Al final y al cabo la creatividad es sinónimo de resolver problemas del día a día.
Juntas, hablamos de aquellas cosas que nos resultan difíciles cuando nos ponemos manos a la obra y quiero aprovechar ese impulso para compartir algunas reflexiones por aquí:
Escribo esto para que lo leas, pero también lo escribo como un recordatorio a mí misma.
Algunos mantras que me ayudan en las distintas fases del proceso creativo:
Decir que SÍ a la incubación y generación de ideas:
Hay momentos de supervivencia, donde soy consciente que tengo que cuidar mucho mi energía y, por tanto, mis decisiones. Pero hay otros momentos más tranquilos donde me permito estar más abierta a lo que pueda pasar. Una práctica que me sirve para no dejar que el miedo al fracaso me paralice, es decir que sí, como una actitud vital, durante un tiempo a todo lo que pueda.
Decir que sí a las cosas nuevas.
Decir que sí a las ideas, aunque más tarde las descarte.
Decir que sí cada día al despertar es abrirme a la energía de la creatividad.
Liberar la mente, seguir adelante a pesar de la resistencia que trae el miedo.

La confianza es algo que se construye a medida que se avanza:
Se habla mucho del síndrome de la impostora, pero menos de que si hacemos algo por primera vez es normal que nos sintamos inseguras. En mi experiencia, la confianza se construye con la práctica día tras día. Con cada cuaderno que llenamos con nuestra escritura, cada vez que hacemos fotografías y exploramos poco a poco nuestra mirada. Y sobre todo cada vez que volvemos a esas cosas que hemos creado y nos damos el tiempo de darles el valor que merecen. Todos estos procesos nos dan la posibilidad de corregir y mejorar al mismo tiempo que nuestra confianza se va desarrollando.
Lo importante es volver:
No me gusta la palabra disciplina, porque me recuerda a conceptos bélicos y llenos de autoritarismo. Prefiero hablar de constancia. Y la vida, en general, es ir poniendo pequeñas piezas juntas que formarán piezas más grandes en un futuro. Armar un rompecabezas que sabemos cuando comienza pero no cuando termina.
Aunque logremos que cosas como la escritura o la fotografía formen parte de nuestras rutinas cotidianas, siempre existirán temporadas donde estén menos presentes. Y esto no tiene nada de malo. Para tener cosas que contar, primero hay que vivir y observar el mundo.
Lo importante es saber que siempre podemos volver a esos espacios que nos hacen bien. Que no hay ningún fracaso en atender a la vida de manera intensa cuando se requiere.
No funcionamos como robots: O dicho de otra manera, los tiempos del capitalismo, no son los tiempos del cuerpo.
Parece obvio decir que no controlamos nuestro cuerpo, pero para mí es un aprendizaje diario. No todos los días tenemos el mismo nivel de energía, ni de inspiración, ni de concentración. Un proyecto creativo implica tener paciencia y conectar con nuestra humanidad.
Normalicemos estar al 30% y disfrutemos de la montaña rusa que implica no controlar la manera en la que nuestro cerebro funciona.
Lo que eres, ya es suficiente:
Qué difícil alejar la palabra: útil, de nuestros espacios fuera del trabajo. No dejemos que las dinámicas de la exigencia y el control se trasladen a todos nuestros espacios de disfrute.

Ahora que ya sabes un poco más acerca de los procesos creativos, espero que algo de todo esto te sirva o te resuene. Me encantaría conversar contigo en los comentarios.
Un abrazo
Ori
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