Hola, soy Ori

Coordino Mirada Cursiva
y aquí te cuento (un pedacito) de mi historia.

AM
Caracas, Venezuela
AM
Madrid, España

Caracas, Venezuela

Nací en el caribe

Fui una niña revoltosa que soñaba despierta y comía mangos debajo de un árbol. Crecí cambiando de casa de manera frecuente y eso hizo que no tuviera grupos de amigas, pero sí mucha capacidad de adaptación.Los libros pasaron muy pronto a ser acompañantes para refugiarme del mundo que por momentos se me hacía muy extraño. Aunque las dificultades económicas marcaron muchos momentos de mi vida, tuve una infancia feliz en la que mi familia siempre me dejo experimentar y aprender por mí misma.

Madrid, España

MIgré a Madrid

A los 20 años me mudé a Madrid con mi familia. Comencé la carrera de ciencias políticas y la compaginé (como buenamente pude) con un trabajo a jornada completa. Baile todo lo que pude. Hice todas las cosas que en Caracas no podía. Exprimí cada momento como si fuera a desaparecer. Me topé con muchas personas increíbles que hicieron que mis 20" fueran dignos de recordar.

Canadá, México, Islandia

Viajé (y trabajé) por el mundo

Conocí a Miguelito cargando frigoríficos en un trabajo a jornada parcial. Lo convencí para que pidiéramos una Working Holiday Visa y nos fuéramos a Canadá. Aterrizamos en el aeropuerto de Los Angeles y estuvimos 5 años de idas y venidas por el mundo.
Recogimos cerezas, manzanas y uvas bajo el sol de la Columbia Británica. Llegamos hasta Alaska. Vivimos en las rocosas Canadienses y trabajamos en un hotel que era también un castillo. Nos pilló un huracán en Cuba, bebiendo ron y escuchando el acordeón. Pasamos un fin de año en las playas de Oaxaca. Caminamos 42 kilómetros hasta llegar al Lago Atitlán en Guatemala. Volvimos 5 veces a San Cristóbal de las casas. Pasamos una pandemia mundial en una isla tan remota como Islandia y tuvimos las cascadas, los lagos y el sonido de los pájaros solo para nosotros.
Fueron años de tener la libertad de configurar los días a nuestra manera y estar viaje me enseñó a practicar la curiosidad y el asombro y a entender la importancia de la creatividad en cualquier circunstancia.

Volver y Cuestionarlo todo

Al volver a España y encontrarme de nuevo con el mercado de trabajo tuve una cosa muy clara:
la vida que yo estaba buscando y la que me hacía feliz no existía en la página de infojobs.
Si quería un trabajo que no me costara mi salud mental tenía que crearlo yo misma.

En el tiempo que estuve de viaje estudié diseño gráfico, fotografía y realicé cursos de escritura con algunas de las escritoras que más admiro. Además, comencé a conocer a mujeres que también estaban construyendo un camino parecido y de allí nació una hermosa red que todavía habito.

Hoy, estoy recogiendo todos esos aprendizajes y me dedico a investigar cómo los lenguajes del arte nos ayudan a transitar nuestra vida y a conocernos mejor. Me obsesionan  tres temas que se repiten una y otra vez en mis trabajos y en mis investigaciones: la memoria, la migración y la identidad. 

Emprender para mí no ha sido un camino fácil ni exento de errores, pero soy perseverante porque creo en lo que hago.

Mirada cursiva es el resultado de muchos años de formación, experimentación y aprendizaje.

En este espacio diseño e imparto cursos y talleres que conectan los lenguajes del arte, en especial la escritura y la fotografía, con la vida cotidiana. 

Madrid, España

mi forma de mirar

Hoy, es más probable que viaje a los sitios en donde viven mis amigas que a lugares remotos. Mi casa es mi lugar favorito del mundo y disfruto mucho de la vida que poco a poco (y con mucho esfuerzo) he ido construyendo. La literatura y la escritura me acompañan en mi cotidiano como una manera de reflexionar sobre aquello que me inquieta y la fotografía me sirve como ancla a la memoria. El humor y la amistad son las bases de mi vida. Sin mis amigas este espacio no existiría y han sido pilares fundamentales para qué aprenda a confiar en mi talento y me mantenga en el camino.